Hace ya más de un año que me propuse completar todos los títulos numéricos de la saga Final Fantasy en su plataforma original, nada de remakes, ni remasters, ni ports. Sabía que iba a ser duro, pues ya había tenido algún contacto menos serio con engendros como el primer Final Fantasy, pero por cabezón aquí me encuentro, con 5 ya completados.
No voy a mentir, no es una experiencia gratificante en casi ningún sentido, el mejor juego por ahora ha sido Final Fantasy IV, que se queda en lo mediocre, y los demás han ido desde lo malo a lo catastrófico, aunque eso es una historia para otro día. Hoy vengo a comentar el último que "completé" hace menos de 24 horas: Final Fantasy V.
El primer detalle al pensar en el título es que es una de las pocas entregas que no se publicó fuera de Japón en su momento. Teniendo en cuenta la nefasta calidad de los otros dos que se quedaron en su país natal, las esperanzas no eran muy altas, pero intente no prejuzgar. Mi mentalidad en todos los juegos ha sido la de entrar de forma totalmente neutral y tomar solo en consideración los méritos del juego.
Como todas las entregas anteriores de la serie, FInal Fantasy V empieza con propuestas francamente interesantes y, en principio, bien llevadas. En este caso el sistema de trabajos presentado en Final Fantasy III vuelve de forma más refinada y acertada, aumentando la complejidad jugable del simplísimo Final Fantasy IV aunque manteniendo su escala épica en cuanto a la narrativa. La historia, aunque como digo utiliza recursos de la entrega anterior, tiene otro acierto más, pues reduce el cast principal de personajes a 4(+1) protagonistas, intentando darles más personalidad que a aquellos monigotes con diálogos sosos (sospecho que por culpa de la traducción) y con poco que decir con la excepción de Cecil, si se me fuerza a elegir a alguien.
Demasiado pronto se empiezan a sospechar las torpezas en FInal Fantasy V. No me molesta la presentación más relajada, simple e inocentona, aunque no es mi preferida, pero cae en errores muy tempranos. Una historia llevada por conveniencias que dan a giros de guión que, de forma patosa, no producen ningún golpe de efecto en el jugador. Llega un punto donde todo se vuelve en una quest tras otra enmascaradas vagamente por un guión flojo y que no fluye. Los personajes, aunque son algo mejores que la anterior entrega por ser menos, siguen siendo blandos y unidimensionales, se intenta añadir alguna capa de profundidad en sus personalidades con dramas de telenovela mala y con sacrificios que al final no son para tanto, pero no se llega a hacer nunca gran cosa.
PEQUEÑOS SPOILERS
Sorprende que se trate el tema de la muerte de forma mucho más serie que en FFIV (lo siento por compararlos tanto, pero me parece interesante ver el avance de la saga ahora que los estoy jugando por orden). Sin embargo sigue siendo malo. Ya no hay muertes que al final se salvan por Deus Ex Machinas estúpidos que quitan cualquier peso que la pérdida pudiera tener. Cuando Galuf muere, ha muerto definitivamente. Debería ser un gran golpe ver morir a un personajes que hemos visto hacerse fuerte durante horas y horas de aventura, un cuarto entero del elenco protagonista. Por desgracia eliminar un personaje principal en un RPG, sobre todo con un elenco jugable tan reducido, trae un gran dilema de diseño. El efecto emocional se da a cambio de que el jugador sienta que ahora tiene que jugar a un título mucho más injusto habiendo perdido su progreso en una escena en la que además no podía hacer nada. Hay una solución aplicada, pero es estúpidamente vaga como muchas otras cosas en este juego. La nieta de Galuf, Lenna, obtiene toda su experiencia, habilidades, etc por arte de magia. Básicamente tenemos el mismo personaje en el grupo pero con otra skin, por lo que no se ha perdido nada.
FIN DE LOS SPOILERS
No he ahondado en lo jugable aún. La razón es que si al menos la historia aguantase podría perdonar algunos errores mecánicos, es por lo que digo que FFIV me parece mediocre y no malo entre otras razones.
No soy muy fan de los sistemas de trabajos. En lo personal he tenido experiencias nefastas con ellos, por lo que los evito a toda costa siempre que puedo. Aunque FFV tiene buenas ideas, no sabe donde llevarlas. Cambiar de trabajo es cómodo y fácil, pero al final reduce las posibilidades jugables en vez de ampliarlas. Acabamos con un equipo con 4 clones que llevan el trabajo que más daño hace al jefe de turno, porque los diseños de estos también son paupérrimos, con encontrar su debilidad (y tener suficiente nivel, ya hablaré de ello) se acaba el combate. La subida de niveles de los trabajos también es mala. Apenas nos dan unos pocos puntos más de experiencia para ellos, los ABP, en el final del juego en comparación al inicio. Tenemos que subir de niveles a los trabajos es una tarea cansina y necesariamente ligada al aburrido y nefasto grindeo. Por si fuera poco, solo es realmente útil subir de niveles algunos de ellos, pues solo podemos equiparnos 2 habilidades extras (creo que 3 si eres mimo, pero no descubrí esa clase en mi partida). Ganar niveles y habilidades extra, por tanto, es estúpido una vez tenemos ciertas opciones claramente superiores debido, en parte, al mal balanceo del juego.
Hay que decir también que no me costó mucho completar el juego en su mayor parte, no lo digo como algo negativo, pues creo que esto se debe a un buen reparto de experiencia y unos jefes y mazmorras correctamente ajustados en general. Que casi todos los combates aleatorios sean fáciles de escapar me gusta, el jugador debería de poder decidir que pelea y que no aunque se le penalice con algo de daño por el camino. Ni siquiera me molesta tanto la simplicidad de los jefes o lo algo demasiado ocultas que pueden estar sus habilidades. Tampoco digo que sea bueno todo esto, es simplemente mediocre en general, sirve para pasar el rato, pero poco más.
Las mazmorras si que me parecen un problema mayor en cuanto a diseño de niveles. Casi todas son exactamente lo mismo o presentan variaciones despreciables como tener zonas de lava (evitables fácilmente con magia y sin ningún castigo o riesgo). Hay alguna apuesta más interesante, como una mazmorra que nos pide dividir el equipo en dos grupos y avanzar (más o menos) en paralelo, pero no más bien la excepción a la regla. Casi me olvido de los cansinos cofres trampa que sin ningún tipo de precaución te pueden llevar al instakill más injusto y que hacen que el jugador deje de abrirlos y, por tanto explorar, un puntito menos por si tenía ya pocos-
Pero hablemos del tramo final del juego. No necesito spoilers para hablar de lo horrible que es. Los FF tienen una manía estúpida por tener mazmorras finales infinitas y aburridas, y este no es la excepción. No es tan malo como en las 3 primeras entragas, pero tampoco es mejor que su predecesor. La primera impresión de este tramo final es la peor. Lo primero que vemos son escenarios reciclados que mucha confianza no dan. De hecho casi todo son escenarios reciclados con una justificación más bien sosa en la historia. Pero lo que me escama son los puntos de guardado y los jefes.
Sorprende para bien que por fin haya varios puntos de guardado en la última zona de un FF, pero están mal planteados. Para desbloquear dos de ellos (de tres que hay y son los más avanzados en el mapa), hay que enfrentarse a jefes opcionales que están ahí en el mapa a la espera de que los derrotes. Me gusta que esté claro que son opcionales y se vea fácilmente donde están, lo que no me gusta es que tengas que deducir por arte de magia que revelarán un punto de guardado. Al no tener una buena razón por la que pelear con ellos sin saber este importante detalle, lo normal es no enfrentarlos, sobre todo cuando estamos en mitad de un boss rush y de encuentros aleatorios altamente peligrosos.
Y por último tenemos al jefe final, uno tan pesado, horrible e insoportable que no lo maté. Seguramente habría acabado con él si hubiera seguido grindeando varias horas más, pero la magia de la emulación me envió una señal y acabé viendo un bonito longplay en YouTube. El jefe final rompe totalmente el balanceo que ha evitado el grindeo durante el resto del juego. Estuve un tercio de la aventura total ganando niveles para poder tener siquiera alguna oportunidad, pues en mi primer intento me provocaba un instakill inevitable a todo el grupo debido a su injusto poder. Comprendo que muchos defenderán que es lo normal, un jefe final debe sentirse el más poderoso y un gran problema a superar aparentemente imposible, pero no se debe hacer así. El método no es gritarle al jugador que vaya a matar a monstruos menores durante incontables. Se debería de poder hacer uso de tantas clases y estrategias que supuestamente debería tener este Final Fantasy V, pero al final acabamos horas y horas odiando cada frame del juego.
Espero que con Final Fantasy VI (el supuestamente mejor), la cosa mejore, porque en esta franquicia todo lo que he visto por ahora es como las gafas de la nostalgia impiden a la gente hablar con sinceridad. Y decían que el único malo era el 13.
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